Como todos los días, salgo por la mañana a realizar mis tareas cotidianas por Noia, es el pueblo en el que felizmente vivo desde hace ya trece años. Los jueves, son días especialmente interesantes, es jornada de mercadillo y si el clima acompaña, resulta un paseo estupendo, durante el cual además de hacer las compras, podemos divertirnos, pasando momentos muy agradables. Entre el ocurrente pregón de quienes quieren vender sus mercaderías y el bullicio de la gente, se genera una alegría, una ilusión, una buena onda, un optimismo y una felicidad general increíbles.
Y por allí estuve, aprovechando el día, disfrutando y gozando con lo que me iba encontrando en el trayecto, desde los típicos puestos callejeros, hasta los puestos improvisados de gente de los alrededores que también pretenden vender su producción, especialmente plantines de cebolla y otras variedades de época. Todo eso me resulta sumamente estimulante, es algo que motiva, que me hace emocionar positivamente, es espectacular ver el regateo y otras técnicas de venta, que a su vez son confrontadas con técnicas de compra muy enraizadas y dignas de estudio en las grandes escuelas de negocios.
Les mando un abrazo!!!!!
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