En mi recorrido matutino por Noia, voy sintiendo la historia que esas piedras me van contando, voy haciendo mis tareas cotidianas, entrando en un comercio y en otro, tejiendo esa red de contactos diarios tan necesarios. Y no solamente por el hecho de los artículos que se van adquiriendo, sino además por lo que implica el contacto humano a travez de la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo y la felicidad que genera el diálogo, el tira y afloja del regateo que solo se puede hacer en esos pequeños comercios de los pueblos.
Aprovechen el día, disfruten y gocen cada oportunidad que la vida les presente a lo largo del trayecto, son muchas veces cosas casi insignificantes, de esas que descartamos sin pensar, sin siquiera prestarles un mínimo de atención. En ellas seguramente encontraremos esa energía, esa motivación especial que nos ayudará a encender nuestras emociones positivas, que nos impulsará a compartirlas con nuestro entorno cercano. Compartir, es un acto desinteresado, de máximo desprendimiento personal, solidario y que demuestra mucha valentía, pues muestra que superamos nuestros miedos, especialmente el miedo al ridículo.
Les mando un abrazo!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario