Los recuerdos me llenan de luz en esta tarde gris, cuando no hay otros recursos, mi mente tiene el buen habito de dejarse llevar por los rincones de la memoria. Haciendo aflorar gratos momentos vividos en otro tiempo y en otro lugar, cuando generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad se hacía más fácil gracias al paisaje amigable y cálido.
En esos pensamientos, me voy enredando y voy tejiendo la trama que en aquellos días por allí nos llevaron. Vilagarcía siempre mantiene ese encanto, ese espíritu, esa algarabía que se ve reforzada en jornadas apacibles y soleadas, para regocijo y disfrute en un día como hoy. También me viene a la mente, algunas historias que vinculan a ese pueblo con Noia, de familias desterradas en litigios cortesanos. En fin, esas cosas que suelen surgir en días así y que me gusta compartir con todos ustedes.
Les mando un abrazo!!!!!
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