Un atardecer de hace unos años, volando desde Estocolmo a Bergen, magnífica paleta de colores que me hacen revivir una gran cantidad de recuerdos. Me parece estar sintiendo el fresco aire en la cara, los sabores, los aromas, todo ese ambiente estupendo, multicolor, con sabor a mar, completamente lleno de alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
Esos recuerdos nos llevan a valorar lo que vivimos, a aprovechar cada día al máximo sin dejar pasar ninguna oportunidad, pues en cada una de ellas existe algún elemento, algún detalle con la capacidad de activar nuestras emociones positivas y nos conducen a disfrutar y gozar cada momento.
Por otra parte, ser capaces de compartir todas esas sensaciones, todos esos sentimientos, con nuestro entorno cercano, seguramente nos resultará sumamente gratificante y al mismo tiempo será ejemplar y educativo para ese mismo entorno.
Les mando un abrazo!!!!!
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