Para completar el desayuno de hoy, me fui hasta el mercado de abastos de Noia a comprar unos churros, que los recomiendo como los mejores que yo he probado en mi vida. Me abrigué bien y salí al camino con el claro propósito, en pocos minutos estaba allí y antes que canta un gallo ya de retorno en casa, el frío es un buen estimulante para mover los pies. Rosa ya tenía recién preparado un café humeante y nos pusimos a disfrutar del manjar con alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad. Después ya tendremos que volver a las tareas en casa y en la de mis suegros, por eso el momento de relax con ese café y los churros son un buen impulso para continuar.
Aprovechen el día, siempre hay un elemento especial, un factor determinante de nuestras emociones positivas y se encuentra ahí a nuestro alcance, en medio de toda esa maraña de cosas que nos rodean, que nos suceden a diario. Tenemos que prestar atención, estar dispuestos física y anímicamente para ser capaces de captar e identificar esa chispa, ese pequeño e insignificante detalle que desencadene todas esas sensaciones. Si además somos capaces de compartirlas, eso a su vez nos generara algo más pues es gratificante y ejemplar para quienes nos observan, aunque no lo parezca.
Les mando un abrazo!!!!
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