Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

lunes, 23 de octubre de 2017

Felicidad resistencia y rebelión personal


Todos los días en las redes sociales, en los medios de comunicación de todo tipo, leo, escucho, veo mucha gente quejándose, reclamando, exigiendo, manifestándose para obtener esos beneficios tan necesarios para sus vidas y salvo excepciones casi todas esas comunicaciones son ecos de otras que vaya uno a saber de donde han salido, pero todo el mundo apoya pues es de gente solidaria hacerlo. 
Que bueno, que importante poder hacer eso cuando sea necesario, cuando las cosas ya no funcionan adecuadamente, cuando no existe otro camino, cuando hemos dado todo de nuestra parte para lograrlo por los carriles normales, hacer uso de esa libertad que la democracia nos brinda, es algo maravilloso. Cualquiera puede hoy en día decir algo, lanzar una sentencia sobre cualquier tema y al poco tiempo se transforma en una verdad absoluta pues se hace popular y ya sabemos que Vox populi Vox dei.
El mundo globalizado y la tecnología permiten un nuevo modelo de desarrollo en todos los sentidos, que mucha gente está utilizando de múltiples formas. Entre otras, está haciendo posible que cada uno de nosotros se encuentre sometido a una violación sistemática desde el punto de vista psicológico, literalmente somos, asaltados, timados, hasta robados, por el simple hecho de presionar un botón de nuestro ordenador, o nuestro smart phone. 
Desde la triste y reciente palabrota (posverdad), que básicamente es la vieja y tristemente conocida (mentira), intercalada entre tantas noticias, opiniones subliminales que nos hacen llegar, reclamaciones de diferentes entes que solicitan colaboración mediante publicidades que intentan hacernos culpables de los problemas de otros, para que hagamos nuestro aporte, nuestra colaboración solidaria. 
Cuando los verdaderos culpables se gastan el dinero (que podría resolver todos esos problemas sociales) en armas, guerras y otras actividades que atentan contra todos nosotros. Esas gentes que se creen superiores, independientes, singulares, supongo que por las mismas razones que Hitler, o vaya uno a saber, derrochan un dinero que nadie sabe de donde sale y que seguramente terminaremos pagando todos de algún modo. 
Supongo que aprovechan la coyuntura, el hecho de que hoy en día es tan sencillo conseguir financiamiento a gran escala, los países y algunas grandes empresas se encuentran tan endeudadas que a estas alturas nadie será capaz de pagar.
Todo ello, por otra parte, se encuentra con gente que consume eso, personas sumidas en el tedio, la angustia, las carencias de ocupación, de objetivos y con mucha estupidez humana. Seguimos enredados en el viejo cambalache de siempre, inmortalizado en ese tango tan conocido, que lamentablemente ya no es exclusividad del siglo 20.
Pienso que la realidad supera a ese tango y nos lleva a no dejar pasar las cosas, nos conduce a trabajar más duramente por nuestra felicidad, por no dejarnos influenciar por esos perversos asedios, por esos traidores, por esos deshonestos, por esos estúpidos que no entienden por donde va la vida. 
Somos nómadas, somos aves de paso y nadie queda ni perdura, nadie es independiente ni libre y nadie puede ejercer esos atributos sin más, porque le da la gana, todo tiene un límite. Es cuando entramos a perjudicar a los demás, a nuestro entorno, a nuestros vecinos y para eso se han acordado determinadas normas de convivencia que todos debemos respetar.
Me resisto, me rebelo a que sea lo mismo ser honesto que ladrón o corrupto traidor. 
Me resisto, me rebelo a que sea lo mismo seguir las normas que faltar el respeto a todo. 
Me resisto, me rebelo a que sea lo mismo ser amable y generoso que atropellar continuamente las emociones y la razón. 
Me resisto, me rebelo a que se lleven por delante la instrucción, la educación y el sentido común, dejando campear la ignorancia y la estupidez. 
Me resisto, me rebelo a que no se tenga en cuenta al que trabaja dura y honestamente para mantener a su familia dignamente y se premie a quienes hacen daño al prójimo y a la sociedad. 
Me resisto, me rebelo ante las hordas insensibles e irracionales que denigran, coartan, desprecian y combaten a quienes lo damos todo cada día por vivir con alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor.

Me resisto, me rebelo así, desde mis emociones positivas, desde mi ignorancia, con humildad, pacíficamente, sin pretender arengar a nadie, simplemente pienso y tomo posición ante las circunstancias que nos rodean.

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