Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Felicidad en el mundo


Hace dos o tres semanas, recién llegados a Montevideo y en el barrio donde crecí, me reencontré con varios vecinos que aún continúan por allí. Nos pusimos al día, hicimos los chistes y comentarios del caso, nos reímos mucho y también hablamos de las peripecias que en los últimos tiempos hemos pasado cada uno. 
En especial recuerdo la charla con Carlos, un enfermero ya retirado, que en otros tiempos también se desempeñó como marinero en la marina mercante, una profesión que lo llevó a recorrer gran parte del mundo. Eso más su innata curiosidad, le resultaron muy útiles para conocer distintos pueblos y culturas a lo largo de sus viajes, siempre saliendo de los circuitos frecuentados por por marineros de forma natural.
Él se dedicó a salir de esos grandes puertos, dirigiéndose a las zonas donde vivían las personas del lugar habitualmente, se trasladaba a esos barios y pueblos circundantes para poder ver y sentir la realidad de esas gentes. Así, pudo darse cuenta que más allá de las creencias, de las culturas, de la capacidad económica, en todos los lugares que visitó, las personas buscan lo mismo. 
Vivir dignamente, disfrutando de lo que se puede disponer, en armonía, generando alegría, ilusión, buena onda, felicidad y amor. Compartiendo con su familia y su entorno lo poco o lo mucho que se tenga y algo muy importante, en todas partes fue bien recibido, nadie le trato mal ni lo rechazaron por su aspecto, su falta de conocimiento de las costumbres o el idioma, haciendo de la tolerancia, la buena educación y el sentido común, los principales elementos en la interacción con todos ellos.

En resumen, la mayor parte de la humanidad, no se mueve por motivos religiosos, o ideológicos, viven en el lugar del mundo en el que pueden desarrollar su actividad para sostener a su familia dignamente. Sobrevivir en un entorno propicio y armonioso, sin molestar a nadie, ayudando en la medida de sus posibilidades, aplicando lo básico para la convivencia humana, educación y sentido común, que nos lleva a rechazar todo aquello que no aporta al conjunto. Y en esencia, la gran mayoría, somos proclives a la felicidad de sentirnos hermanos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario