En los últimos días, el futuro del mundo conocido entró en una espiral de especulaciones sobre cuales serán las consecuencias de las decisiones que el nuevo presidente norteamericano está tomando. Y si, debemos estar atentos pues las cosas que se hagan allí van a repercutir en todo el mundo, tal como ha sucedido en otras oportunidades.
Tal como están saltando todos los colectivos, tanto dentro como fuera de USA, queda claro que Trump es esa patada en el culo que necesitaba el mundo para reaccionar. El asunto es que toda esa reacción, esa fuerza social y política que entró en ebullición, se canalice en la buena dirección y no surja ningún otro energúmeno con capacidad de cambiar todo apretando un botón.
Desde aquí hago un llamado a la reacción desde una actitud positiva, de cambio en los conceptos de todos. Abogo por las emociones positivas, la alegría, la ilusión, la buena onda, la felicidad y el amor. Desde mi punto de vista es lo único que nos puede sacar de cualquier crisis. de cualquier pozo. Y abogo también por tomar conciencia de que la actual situación también es culpa de todos nosotros, tenemos nuestra cuota parte de responsabilidad.
No debemos entrar en los fanatismos de ningún tipo, no nos van a salvar de nada, por el contrario, serán nuestra perdición. Esta bien tener convicciones y principios firmes, pero también, es bueno tener la capacidad de ponerse en la piel de los otros, de comprender a los demás. En muchos aspectos tendremos que dar algún paso hacia atrás, pero no para retroceder, sino para tomar impulso y lanzarnos en el camino correcto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario