Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

jueves, 13 de marzo de 2014

Reacción feliz

El 11 de febrero, del corriente año, llegamos al aeropuerto de Gatwick en Londres, a las 9:30 de la mañana, pasamos los controles de documentos, equipaje de mano, etc. miramos la lista de salidas y vimos que nuestro vuelo de Easyjet para Santiago de Compostela, aún no tenía asignada la puerta de embarque, lo cual ocurriría según se indicaba, a las 10:10, por lo tanto nos fuimos a tomar un café. Sobre las 10:00, Rosa decidió dar una vuelta por las tiendas del aeropuerto, para gastar las libras que nos quedaban, yo permanecí en la cafetería a la espera, con todo el equipaje. A la hora indicada, miré el tablero de salidas y ya indicaba el número de puerta y la hora de cierre, que sería a las 10:35. A las 10:27, y como Rosa no aparecía, decidí dar una vuelta por las tiendas para intentar encontrarla, sin éxito volví a la cafetería y tampoco la vi, decidí ir para la puerta de embarque y esperarla allí. Al llegar, en la hora de cierre, estaban entrando los dos últimos pasajeros al avión, les explique a las azafatas, el motivo de la demora en llegar, a lo que comprendiendo la situación, se pusieron a reír, al mismo tiempo les pedí que pasaran un aviso por la red de altoparlantes, a lo cual accedieron, y les dije que como Rosa no entiende el inglés, si podía pasar yo el aviso en español, a lo que también accedieron. La joven pasó el aviso en inglés y luego me dejo hacerlo a mi, (“Rosa Blanco, presentarse en puerta 113, para embarque inmediato”), luego de unos minutos, pasamos el aviso una vez más, y más tarde un tercer y último aviso, por lo cual decidí hacer un cambio in extremis, y dije: “Rosa my love.....”, y la joven encargada del micrófono, apagó el aparato. Un par de minutos después, veo venir a Rosa corriendo y casi sin aliento, viendo su esfuerzo y su cara de susto, le di un abrazo y un beso apasionado, con lo cual las azafatas allí presentes, se pusieron a reír sorprendidas, por lo inesperado de la escena, que seguramente no podrán olvidar.
Fue algo que surgió así, sin pensar, como consecuencia de una forma de ver, sentir y vivir la vida, desde el punto de vista de la felicidad.

¿Cómo reaccionarías tú?

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