Todo lo que hacemos y vivimos, proviene de esas oportunidades que se van presentando a lo largo de cada día. Y en función a la alegría, la ilusión, el optimismo y la buena onda que nos inspiren, así como nuestra disposición y actitud positiva, será posible aprovecharlas y disfrutarlas.
Pero hay otro elemento a tener en cuenta, tiene que ver con la disposición y actitud, a las que complementa, siendo algo determinante a la hora de dar el primer paso en la senda de la felicidad. Todo camino comienza con el primer paso, el cual solo es posible si tenemos la iniciativa para hacerlo.
Luego de tener esa iniciativa, es necesario complementar todo con las ganas, la fuerza, el tesón y voluntad de llevarla adelante hasta sus últimas consecuencias, controlando constantemente los avances o retrocesos para corregir el trayecto, en función de nuestra satisfacción.
Siempre que llevamos adelante cualquier proyecto, debemos considerar cuanto disfrutamos en su ejecución, más allá de si llegamos a lograr los objetivos perseguidos o no. Gozar, llenarnos de esas cosas positivas que nos aporta seguir un sendero, aprendiendo de ello para ser mejores personas es lo realmente importante y trascendente.
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