Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

viernes, 17 de noviembre de 2023

Desde la intemperie


 Ser conscientes y darnos cuenta que cualquiera puede caer en una situación así, debe sensibilizarnos. Asumir y no perder de vista que el ser feliz, el compartir nuestras emociones y afectos con quienes nos rodean, son los pilares que sostienen todo. 

Y que la vida es una mezcla compleja, heterogénea, donde debemos aprender a amalgamar cada ingrediente. Liderar ese proceso personal, es el gran reto que todos tenemos.  


miércoles, 15 de noviembre de 2023

Desde la intemperie


Desde la intemperie, los ciudadanos de a pie, nos esforzamos cada día para seguir adelante. Y nuestro principal sostén es la felicidad que compartimos con quienes van a nuestro lado codo con codo. De ahí, extraemos todo lo necesario para continuar y sobreponernos ante cualquier imprevisto. Los que nos plantea el azar o los que nos crean los megalómanos avariciosos y ególatras.


domingo, 2 de abril de 2023

Celebrate and share happiness


Every day I’m going out to celebrate and share my happiness, fancy, love and hope with my relatives and friends which I’m going walking together along the path!!!!

jueves, 21 de julio de 2022

Volver a empezar


Decir, volver a empezar, parece algo rutinario. Es nuestra realidad, cada despertar comenzamos otra vez nuestro camino. Y si bien parece siempre igual, existen muchos elementos que lo hacen diferente cada jornada. En su mayor parte, esos elementos dependen de nosotros. De la capacidad personal para encarar con algarabía, fantasía y cariño. Feliz jueves!!!!

Y ciertamente, todos en algún momento sentimos esa pesadez, esa desconexión que nos provocan las rutinas inútiles. Somos propensos a caer en ciertos círculos viciosos, desde los cuales hacemos crecer tediosas e insanas posturas. Unas veces por comodidad, otras por falta de motivación. Otras veces carecemos de la inspiración y la fuerza necesaria para cambiar nuestra realidad. 

En fin, hay tantos argumentos para justificarnos. Y en eso de poner excusas, somos realmente insuperables. Mostramos una creatividad, una agilidad mental increíble. Para dar credibilidad a nuestros cuentos, hacemos un despliegue de energía e inteligencia fuera de lo común. Sin darnos cuenta, que esa misma fuerza, esas ganas, esa actitud y esa imaginación, harían la diferencia en cualquier otra actividad.

Así, desperdiciamos toda esa energía vital, que puesta al servicio de nuestra felicidad y la de quienes nos rodean, sería un aporte inconmensurable. Sin embargo, dejamos pasar, nos permitimos el lujo de deprimirnos sin remedio. Sabiendo, que contamos con todo lo necesario para lograr cualquier objetivo que nos fijemos. 

Cada día debemos fijar objetivos, reiniciar el camino. Ya sea que signifique continuar con alguna tarea pendiente, ya que implique tomar un nuevo sendero. Y debemos hacerlo sin miedo, el cambio permanente forma parte del diario vivir. Sí, aunque parezca que es siempre lo mismo. Y eso se debe a que existen ciertas actividades básicas que lo son. Esas tareas elementales imprescindibles para sostener la vida. Procurarnos el alimento, abrigarnos y cultivar los afectos, son esas cosas vitales. 

Después están las otras, aquellas que nos desgastan sin ningún objetivo, sin asidero de ningún tipo. Las que nos hacen perder el tiempo en bucles temporales carentes de todo sentido. En los cuales se nos va la vida gratuitamente. Parece que no somos conscientes de nuestras verdaderas capacidades. Que no comprendemos nuestra naturaleza, que no tenemos claro cuál es la esencia del diario vivir. 

Ni más ni menos que ser feliz en medio de todo ese caos. Salvando obstáculos y trampas que nos acechan en todo momento. Esa felicidad es un objetivo muy caro, difícil de lograr. Pero es posible si nos aplicamos con fuerza, ganas y actitud positiva. Si nos fijamos en los pequeños logros que vamos cosechando a medida que avanzamos. Parecen insignificantes, pero nos dan esos instantes de felicidad que sumados forman el gran objetivo. 

Y esos son los que debemos disfrutar y compartir. Y los que explican que volver a empezar no es algo rutinario. Es la vida misma.


jueves, 7 de julio de 2022

Y en uno de esos pases


Y en uno de esos pases mágicos de la vida, pasamos de los sueños a la realidad. Nos lanzamos al camino, añorando seres y situaciones que ya solo son recuerdos. Pero la vida es presente, es experimentación, que se nutre de recuerdos, amor, alegría, sueños y fantasías. Sin olvidar el impacto de una sonrisa sincera. Feliz jueves!!!!

De esas sorpresas cotidianas, que abarcan un espectro muy amplio de eventos. Cubriendo un rango de situaciones desde lo negativo a lo positivo, con el cual vamos moldeando el día. Urdiendo esa red de sentimientos y emociones varias, que determinan el grado de esfuerzo necesario para salir de los números rojos. Nos sumergimos en la realidad cotidiana, por momentos apretando los dientes y conteniendo el aliento y luego riendo a carcajadas. 


Esa mezcla heterogénea de situaciones, sentimientos, emociones, personas y paisajes, es el camino. Es la vida conjugada en presente, donde esa experiencia, se nutre de los recuerdos y esa  mixtura compleja entre lo negativo y lo positivo. Que al momento de hacer el balance, nos arroje un estado de resultados positivo, donde todo confluya en felicidad. Un término con muchas definiciones, que más allá de la amplitud, a todos nos resume y deja clara la situación. 

En concreto, debemos darnos cuenta que esa felicidad, es el resultado de un proceso interior. La confrontación de todas aquellas experiencias, sensaciones y eventos de todo tipo, que cada ser hace. Se trata de una transformación que nosotros mismos procesamos. Una transmutación de todo esa variada gama de sustancias físicas, emotivas y etéreas. Las que se tornan en oro, en felicidad, ese exquisito y apetecible material intangible que nos cambia la vida por momentos.

Y en uno de esos momentos, en esos lances mágicos de la vida, es buena cosa expresar y compartir esas buenas sensaciones. Teniendo en cuenta que una sonrisa sincera, amable y cordial, es un resumen perfecto. Es la mejor expresión de que esa felicidad se hace real, tangible y que puede transmitirse, contagiarse, transformarse en pandemia.


lunes, 4 de julio de 2022

Es ahora


Es ahora, cuando la vida me brinda una nueva oportunidad, el momento perfecto para dar gracias. La ocasión ineludible para dar lo mejor de mí. Así salgo, con la mochila cargada de algarabía, optimismo, amor y fantasía. Dejando las dudas y los miedos de lado. Compartiendo sonrisas con quienes me rodean a medida que avanzo. Feliz lunes!!!!

Y esas chances que cosechamos cada despertar, son nuestro presente. Instantes que rápidamente se transforman en pasado. Tanto los éxitos como los fracasos son eso, lapsos temporales que suceden y se acumulan en nuestra historia. Y claro que nos pueden condicionar, unos reviviendo las viejas glorias, otros deprimiendo nuestros sueños. 

En general ambas situaciones, son restricciones que nos auto imponemos. Límites al desarrollo de nuevas opciones, a permitirnos que aflores los destellos de virtuosismo que todos tenemos. Y todo ello se debe a dejarnos llevar por ciertas emociones, que confundimos en su verdadero significado. Nos dejamos llevar por la euforia exitista o por los miedos a seguir fracasando. 

Por tanto, festejar y sentirse eufórico por el éxito, está bien. Al igual que sentir frustración ante un yerro. En los dos casos, debemos considerarlos situaciones puntuales de un nuevo presente, que cambia instantáneamente. No es posible encadenar éxitos constantes, como tampoco lo es ir de tropezón en tropezón. Por el simple hecho de que ambas situaciones que fueron nuestro presente, ya han pasado. 

La nueva situación es diferente y la debemos encarar con la fuerza, las ganas y la actitud positiva habituales. Prestando la atención que merecen, dejando de lado las dudas y los miedos que nos puedan asaltar. Dando gracias por la nueva oportunidad y expresando lo mejor de nosotros mismos. Asumiendo las responsabilidades con alegría, ilusión, fantasía, amor y esperanza. 

Sintiendo que, el solo hecho de hacer nuestro mejor esfuerzo, ya es condición de éxito. Y si además tenemos la capacidad de conjugar más allá del singular. Si somos capaces de compartir logros, metodología y sonrisas con quienes nos rodean. Habremos logrado la cúspide, el éxito con mayúsculas, la felicidad de un instante plural.